El poder de un padre : 3 regalos que recibí de mi papá
Publicado hace 23 horas - 6 jun 2025
From: Nolita W. de Theo“Mi papá es más fuerte que el tuyo”, son palabras que se escuchan en patios de juego en todo el mundo. El orgullo que siente un niño en la fuerza, inteligencia y protección de un padre presente y amoroso es lindo y saludable.
Me recuerda el pasaje de Proverbios que nos dice: “…el orgullo de los hijos son sus padres”(Proverbios 17:6b, NVI). Es una frase que produce en mí una reacción positiva que trae una sonrisa a mi cara. Mi padre ya no habita este mundo terrenal, pero su vida me sigue marcando de maneras significativas y reales. Cuando lo recuerdo o hablo de él, siempre es con un profundo cariño, respeto y bastante nostalgia. Puedo asegurar que el poder que ejerce un padre sobre sus hijos se sigue percibiendo aún años después de nuestra niñez.
Yo con mis padres el día de mi boda en 1991.
Los estudios nos muestran que hay huellas importantes que dejan los padres en sus hijos, tanto para el bien como para aquello que posiblemente no lo sea. Te comparto tres de las que dejó mi papá en mí.
Identidad
Yo soy gemela (melliza) y desde que nacimos, las personas nos han confundido. En ocasiones, en son de broma, mi papá nos trataba de cambiar los nombres. Me decía: “Tú no eres Nolita, te llamas Lorena” (nombre de mi hermana). Recuerdo sentirme muy molesta porque sabía que yo no era Lorena. Esa seguridad en mi identidad me la brindó mi padre al asegurarme que yo era su hija, amada y aceptada.
Nunca dudé de cuál familia provenía. Y más que eso, aprendí gracias a mi papá, que contaba también con un Padre celestial. Fue un regalo poder recibir esa seguridad de pertenencia que es tan primordial para todos nosotros.
Relación
Mi padre tenía un dicho: “El cristianismo ES relaciones; con Dios y con tus prójimos”. En nuestra familia, vimos a mi papá modelar esta convicción una y otra vez. Invertía mucho tiempo y energía en tener buenas relaciones con todos. Nos enseñó a perdonar pronto, pedir perdón cuando era necesario y amar a todos.*
Le doy gracias a Dios por esta gran lección porque me ha servido de guía en mis relaciones interpersonales una y otra vez a lo largo de mi vida.
Integridad
Mi papá fue esposo, padre, pastor y misionero. Algo que nunca olvido es que siempre fue la misma persona en privado que en público. Nos enseñó que la integridad es algo normal en alguien que sigue y obedece a Dios. Nunca hubo caretas en nuestra casa y hasta la fecha, vivimos con bastante transparencia.
Me siento orgullosa de ser la hija de mi papá, Francisco Warren, y siempre estaré agradecida con Dios por él.
Sé que no todos tuvieron la misma bendición de contar con un padre terrenal como el mío, pero una cosa te puedo decir con toda seguridad: tienes un Padre celestial que te ama con amor eterno y desea tener una relación contigo. ¡Búscalo!
Si quieres aprender más sobre lo que dice la Biblia acerca de tu Padre celestial, ingresa en los estudios que se encuentran en
*Si necesitas oración puedes recibirla *
Christine D’Clario (Corro a Ti Padre + Buen Padre)
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Sobre el autor
Nolita nació y creció en Durango, México de padres misioneros. Es escritora/conferencista de profesión pero su pasión es el ministerio. Junto con su esposo, Naki, sirvió en el ministerio hispano de Lakewood durante 19 años. Ahora dirigen Juntos ACA.