¿Qué tal si Jesús fuera tu vecino?

What If Jesus Was Your Neighbor?

¿Qué pasaría si Jesús viviera al lado tuyo? Literalmente. ¿Y si Jesús fuera tu vecino? Me pregunto que tipo de vecino seria. ¿Serían perfectos su césped y sus jardines? ¿Sentiría un poco de celos cuando el olor de la comida mediterránea cocinada a la hora de cena llega a mi jardín? Apuesto que Él nunca tendría que llamar a un técnico para que viniera a arreglar algo.

Tú y yo no sabremos las respuestas a esas preguntas, pero sabemos otras cosas más importantes acerca de El por Su carácter y las cosas que ha dicho. De hecho, hay tres verbos simples para describir qué tipo de vecino sería. Jesús ESTARÍA, ESCUCHARÍA y COMPARTIRÍA.

Jesús ESTARÍA presente y disponible. Él sería el vecino que no está demasiado ocupado para dejar lo que está haciendo para tener una conversación contigo. Saldría a caminar por las calles, para conocerlos y saber sus nombres. (Ver Juan 8:42 y Lucas 19.)

También ESCUCHARÍA, buscando entender cuáles son tus desafíos, qué te impulsa y qué te da alegría. Incluso cuando esté cansado después de una larga semana de trabajo, te escucharía para conocerte, y entonces comenzará a sentirse como un verdadero amigo tuyo. (Ver Juan 4 y Mateo 14:13-21.)

No solamente se detendría para estar presente y escuchar, sino que también encontraría el momento adecuado para COMPARTIR. No como una barra de mantequilla que se acaba, Él expresaría amorosamente la verdad más vital y transformadora que existe. Él querría asegurarse de que entiendas el regalo gratuito de la gracia y el perdón de Dios, que puedas vivir la vida con un propósito ahora y eternamente en la presencia de Su Padre. Él sabría que Su Padre lo había puesto en la casa al lado de la tuya por una razón muy específica. Dios quiere usar a tu vecino, Jesús, para acercarte a Él. (Ver Juan 10:10.)

El segundo mandamiento está muy claro: ama a tu prójimo como a ti mismo (Marcos 12:31). Por supuesto, sabemos lo que Jesús se refería al prójimo: cualquier persona con la que se encontraba. Pero ¿tú y yo nos preocupamos lo suficiente por nuestros vecinos? Si somos cristianos, entonces el espíritu de Jesús vive dentro de nosotros. Y, por el ejemplo y el mandato que dio, debemos ESTAR presentes, ESCUCHAR y COMPARTIR con nuestros vecinos. Verás, que para ellos… Jesús es su vecino.

Por Joe Paulo

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